LITERATUYA
 escribo porque escribo y porque tú

REVISTA DE LITERATURA

 
 Revista de Literatura » Poemas » Mala luna  

  

> LITERATUYA
INFORMES
RELATOS
>> POEMAS
ESCRITOS...
CLUB de los Cronopios


POEMAS

de Salomón Valderrama
El sueño de Notumba
Un cuadrado desnudo
  para mi selva

Facción de imperdido
  al arte

de Dalí Corona
• Remansos de canción
• Mala luna

de Rosa Mora
• Rainy Day

de Guillermo Gill
• Velos

de Mario Meléndez
• Arte poética
• Si fueras calva también
  te amaría

• Que salga el indio entre
  las piedras

• Un día volveré a tus ojos
• Recuerdos del futuro
• Más allá de la guitarra

de Sergio Borao
• En dias como hoy
• Mirar el mar
• Nostalgia del silencio tus cabellos

de Victoria Gómez
• Sólo suya
• Me rodea el silencio

de mARC pARÍS
Sueños
Siete Nubes
Espirales

de Juan Carlos Elijas
Del libro Camino de Extremadura
• Poemas 5, 7 y 8
Del libro Versus inclusive
• Canto 1
• Canto 2
• Canto 4
• Canto 10
Del libro La tribu Brama Libre
• Prólogo
• La niña chole
• Rumor de agua quieta

de Jorge Brotons
• Tijuana, 1989
• Desde esta habitación de hotel
• Nuevos poemas
Del libro El Tiempo Raro
• Tan amada calle Balmes 
• Deseo de noche,
deseo de ti

• me duelen las palabras
• De donde vienen los peces
• Ocre de recuerdos
• Tu sinpresencia

de Arturo Montfort
• Titubea la luz de agosto...
• a José Agustín Goytisolo (In memoriam)

de Carolina Alfaro
• En la línea de sombra
• Poema



ads

MALA LUNA
de Dalí Corona


Y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas...

Miguel Hernández

I

Intravenosamente acalambrado
estoy sentado palpándome el insomnio, escarbando
en lo que queda de mi voz - violeta entumecida -
sin descubrir lo que me duele.
Estoy hurgando a través de mis recuerdos,
arañando compita, las sombras que me habitan, las sombras que aún me quedan,
quitándome lo vagamente oscuro y Gorostiza.
Estoy mordiéndome además de la mirada la conciencia.
Estoy... que ya es ganancia, quebrado de la sombra a la cabeza, despertando
a mitad de la mañana con un violín entre las manos
sacando un Do de pecho, quitando un La de labio
temiendo un Si de olvido.
Soledad: "Que horriblemente hermoso" entra el aire en la cocina
que forma tan indócil tiene el mar para llamarte, que imperativo es encontrarte
aún si la que viene gritando por la noche
es la muerte arreando su tristeza, contando una a una
las quijadas que me cuelgan, las noches que me aguardan.
Moribunda, si supieras cuánto de mi sangre se fractura, cuánto de mí
fluctúa y no se haya ni siquiera entre las aves
no andaría cavernario rascándome el olvido,
sacando lo que queda de mi voz
sin encontrarte.


II

Aterido intravenoso, mi amor no haya dónde colocar sus soledades;
se detiene y analiza, indaga en lo que aguarda refugiado
entre la historia y el napalm.
Desenreda, descascara, desentume
desesperadamente su gran esqueletada, se ignominia.
Mujer, llega deslizando su locura
un aprendiz rinoceronte de quimera, llega decidido a intervenir
a favor de tu recuerdo
y aún cuando seduce a la armadura, mi carne no sucumbe a la ilusión.
Cavernal silueta entumecida
mi amor, ahora descubre un poco de silencio,
tirita triangular entre la carne
y se vuelve de otra especie.


III


Estoy leyendo ojos de nutria
murciélago rinoceronte, tal vez pez
que todo inflama.
Kryptonita verde fríos brazos de una perra vagabunda
y tierna como tú.
Chica ojos cafés: la tarde llega sin pedir permiso y no pregunta:
de quién son estos ojos, estos volcanes
que durmiendo se suavizan y hacen erupción igual que el popo
en una noche de diciembre.
Me imagino cocodrilo, ala quebrada nomás a si, a puro chiflidito,
a puro chingadazo de aire; solar, casi incendiario como ahora
que has decidido partir donde tu madre.
Tu madre...
Tu puta madre que hoy me dueles, me tarumbas, me aniquilas;
sos como una niña que se descubre diosa o princesita
regenteando en cada una de las noches
un grupo de palomas mortecinas.
Mosquita muerta, alacrán igual macho que hembra
sacando lo Allen Ginsberg, lo Quiroga,
lo verdaderamente adusto y pertinaz
que te lleva al paraíso.

IV

De aquí soy cola de ángel,
de aquí me cuelgo impávido graznando olvido.
Coqueto y lontanaz meciendo el tiempo;
severa bulla que me ovilla, balar de sangre,
somnoliento esclavo.
De aquí soy más ceniza que enramaje,
grumo secular, antidesierto; abracadabra:
aquí nomás puteando olvido, aquí nomás hurgando voces,
desmembrando muslo, acicalando
palmo a palmo
la herida que te alberga.


V

Esto es todo lo que hay, todo lo que queda:
" un nocturno en el que nada se oye "
en el que nada aguarda. Flor maestra.
De aquí mi voz se va cayendo, se va crujiendo
y va quebrando.
Ala tallada en luz llovizna. Roble negro.
- Espectro que tirita en la caída -
Aquí, derriba bardas el aliento, cuenta gotas,
sacude su pelambre de luz ultravioleta.
Aquí yace junto con mi alma
un manglar peces ciegos, un jardín, una burbuja
donde se inventa el corazón una mañana.
Aquí yace mi mujer, mi escapulario,
mi paciencia de alacrán y cocodrilo; una luciérnaga solar,
un duendecillo. Aquí yace la muerte; mi voz cayendo
y yo callando.


© de Dalí Corona

Otras Literaturas
autoretrato Carles Verdú
• Conversaciones
  por Ferran Jordà
  y Arturo Montfort
• Retratos
• Ilustraciones de   Cortázar
Libro de artista

Juegos y acertijos
Ambigrama
 Anagramas
 Sam Loyd
 Enigmas, acertijos y rompecabezas clásicos
 Ambigrama: De joc a joc
• Ambigramas
• Enlaces


Novedades
 Novedades editoriales
 Anhelo de vivir
 Textículos bestiales
• Materiales para una expedición
 Lo que queda del día
 El corazón de las tinieblas



Autores
George Steiner
Julio Cortazar
John Le Carré
Vladimir Nabokov
Umberto Eco
Lewis Carroll
Raymond Carver







Cronopios | Informes | Relatos | Poemas | Juegos | Otras Literaturas

diseño de páginas web
 diseño web | retiros yoga | promoción web
 Patrocinio: ferran jorda
© Literatuya